MUJERES QUE BRAMAN COMO EL FUEGO
El pasado viernes 5 de Febrero, ocurrió un hecho desolar en la ciudad de Termas de Río Hondo, provincia de Santiago del Estero. El internacionalmente reconocido Autódromo, se convirtió en una riña de fuego dantesco, con la nítida intención de apoderarse de todo lo que se cruzara por su camino y fui testigo presencial de ello.
Afortunada e inmediatamente, llegaron los Bomberos Voluntarios. Un equipo humano interdisciplinario, tenaz y resolutivo, que supo con claridad cómo actuar ante una situación de esa envergadura.
Cada bombero voluntario de la ciudad de Termas de Río Hondo, cuenta con un potencial inagotable acompañado de una capacitación permanente, convirtiéndolos por definición en un equipo de alto rendimiento. Funcionales, flexibles, alineados en el interés y la vocación, comprometidos, responsables y protagonistas de una comunicación efectiva. El alto ritmo de adaptación a las circunstancias y el desarrollo de estrategias en situaciones límites, les permitió, luego de horas de intenso trabajo, calmar la furia y apagar el fuego satisfactoriamente.
El equipo se encuentra constituido por profesionales y estudiantes, adultos y jóvenes, hombres y mujeres. Todos ellos, con las mismas ansias de dar lo mejor de sí con total abnegación y ferviente solidaridad. Actitud de bien que se transforma en un boomerang y en un efecto multiplicador de virtud.
En el caso particular de las mujeres, se resalta la actitud combativa y decidida en un entorno feroz que no las incluía y tomaban un rol protagónico sin diferenciaciones, su energía bramaba al compás del fuego.
Uno de esas guerreras del fuego, fue María Lizárraga.
Siendo aproximadamente las 22.30 Hs, suena su teléfono y le informan lo que estaba sucediendo. Por su pasión y valiente naturaleza, no dudó en colocarse el traje, su casco y partir hacia el predio junto con todos los miembros del cuartel.
Particularmente María, tiene dos hijos, una niña de 6 años y un pequeño de 2 meses. Lo cual, no fue impedimento para equilibrar a la perfección todos sus roles: madre y bombera.
En el auge de la vorágine de las llamas y con la ayuda de sus compañeras, acudía al encuentro de su bebe para amamantar la vida más preciada y continuar con el deber al que había sido llamada y de alguna forma, seguir brindando todo su amor. Tal como manifestó: “Yo me siento privilegiada porque mi vocación y ser madre, son dos cosas muy importantes para mí. Es muy difícil, pero no imposible. Muchas veces se superponen las dos tareas y rápidamente buscamos una solución. Gracias a Dios, tenemos la capacidad de hacer muchas cosas a la vez”
Un verdadero ejemplo de entrega, fuerza y un nítido mensaje que nos indica que vale la pena intentar todo aquello que se desea y que despierta chispas en el alma.
En definitiva, podríamos decir que el equipo de bomberos voluntarios de la ciudad de Termas de Río Hondo es un capital humano que nos ilumina con su propia luza. Como diría el maestro Eduardo Galeano: “Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
María Victoria Lascano
Lic. en Recursos Humanos
Coach Organizacional internacional