EL TRABAJO EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

Este último tiempo, todos escuchamos decir: “Quedate en casa que nosotros no podemos”. A partir de esta frase, surgen muchas reflexiones y sobre todo, sentimientos.

Solemos pasar la vida apurados, preocupados, corriendo tras una meta que muchas veces no la trazamos. Simplemente vamos… por necesidad, por mandato, por rutina o supervivencia.

De manera repentina, la pandemia del coronavirus invade al mundo, lo paraliza y asusta a quienes lo habitamos. Tiene una particularidad malvadamente democrática y es que no mira nuestro estado civil, color de piel, religión, carácter, ni títulos colgados en la pared. No reconocemos su presencia y de repente, traiciona. Ataca sin mirarnos a los ojos.

La empatía y la solidaridad, retoman protagonismo y el contexto nos exige desarrollarlas para poder alcanzar el objetivo. Ganar esta guerra contra el virus, solo se consigue con el aporte de todos. Un abrazo simbólico nos llevará al éxito. Para algunos, resultará una tarea muy familiar y para otros, todo un desafío y descubrimiento.

Indefectiblemente, hay conductas tendientes a alimentar a la humanidad. La paciencia, el trabajo en equipo, la responsabilidad personal y social, son algunos ejemplos de ello. Como asi también, existen muchos otros y habituales modus operandi, tendientes a destruirla. El egoismo, la indiferencia o la soberbia son compañeras de ruta de muchas situaciones y es justamente allí en donde debemos trabajar.

Como diría el maestro Borges: “No nos une el amor sino el espanto”. Nos une el desbordante deseo de saber hacia donde queremos ir, el miedo que genera lo incierto, la muerte, la nada y fundamentalmente, la actitud de cada uno que repercute en los demás, para bien o para mal.

Durante este camino desconocido, se cometerán errores y aciertos, se pondrá lo mejor y de momentos se perderán las esperanzas. Lo importante es pensar en comunidad y alentarnos entre todos con palabras y con hechos. No para tener fuerzas para seguir, sino para seguir cuando no haya fuerzas.

En esta película impuesta de ciencia ficción o realismo mágico, hay muchos papeles y todos son protagónicos. Algunos se quedarán en casa y otros saldrán a la trinchera. Lo cierto es que, sea cual sea el rol que toque vivir, cumplirlo con ímpetu por amor o por espanto, es lo que definirá nuestro destino.

Finalmente, me resulta oportuno mencionar las palabras de Don Eduardo Galeano: "Hay quienes creen que el destino descansa sobre las rodillas de los dioses... pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres". No será un trabajo sencillo, pero pronto cantaremos junto al mundo por todo lo logrado y daremos paso a una nueva era que no querrá volver a atrás. Sumemos aplausos y sumemos conciencia.

 

 

María Victoria Lascano
Licenciada en Recursos Humanos

Coach organizacional internacional

María Victoria Lascano
Licenciada en Recursos Humanos
Coach Organizacional Internacional

E-mail: victorialascano@yahoo.com.ar